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Crowdfunding, la cooperación e Internet hacen la fuerza

Por Almudena Díaz

Seguro que a estas alturas muchos habéis oído hablar de cómo ciertos productos culturales, startups o conocidos han podido afrontar determinados pagos sin tener que recurrir a un préstamo bancario. Hoy hablamos del fenómeno del crowdfundng como alternativa de las marcas comerciales y personales para sobrevivir e incluso crecer pese a la escasez crediticia.

La ‘marcha atrás‘ de las limitaciones que el Ejecutivo quería imponer a las inversiones profesionales destinadas a proyectos de financiación colectiva da aire al crowdfunding, un sistema de cooperación surgido ante una situación de crisis económica para dar respuesta a las necesidades de pymes, particulares y profesionales.

Este micromecenazgo  se ha  ido especializando y ha articulado mecanismos de intercambio que sientan las bases de la relación inversor- beneficiario hasta convertirse, en algunos casos,  en una vía de negocio para diversas plataformas digitales.

Una de ellas es Arboribus que, bajo el paragüas del crowdlending ha puesto en marcha proyectos de financiación para que pequeñas y medianas empresas de nuestro país puedan soportar los primeros años de actividad, desarrollar nuevas líneas de negocio o internacionalizar su actividad, como se puede ver en la imagen bajo estas líneas.

Préstamos crowdlending Arboribus

Fuente: Arboribus.com

A través de este sistema, inversores individuales influyen de manera directa en los proyectos empresariales que eligen y reciben el interés pactado a cambio del dinero prestado. La plataforma, por su parte, justifica su existencia porque actúa como filtro, comprueba la solvencia de los proyectos, además de transferir mensualmente el pago de intereses de la empresa al inversor.

Bajo el lema «No somos un banco…ni falta que nos hace» desde otra de estas plataformas, Comunitae, practican una financiación colectiva denominada  peer to peer lenders, a través de la que también se gestionan préstamos para particulares. En concreto, desde que se fundara en 2009, la compañía afirma haber recaudado cerca de 6,4 millones de euros, que han generado unos intereses de 441.000 euros.

Existe una variedad de crowdfunding que también tiene como destinatarios a particulares y que no implica retorno alguno para sus inversores: hablamos de las donaciones. El programa  Entre todos de La1 constituye un escaparate diario para este tipo de cooperación social.

El formato ha sido duramente criticado por emplear la televisión pública española como plataforma para que sean los ciudadanos y no el Gobierno los que solucionen muchas de las situaciones expuestas, consecuencia de las altas tasas de paro o de la disminución de subvenciones para colectivos tan vulnerables como las personas dependientes.

En cambio, si por muchos es conocido el fenómeno del micromecenazgo, es por actuar como lanzadera para proyectos culturales como  largometrajes, discos o libros. MyMajorCompany planteó un crowdfunding por recompensas para que los fans de la cantante Soraya Arnelas u otros inversores colaboraran en la grabación de su single Con fuego, así como en la de su correspondiente videoclip y del cortometraje basado en él.

De este modo, la ex-triunfita rompía con su discográfica en favor de la creación de un proyecto más personal con el que podría «estar en contacto con mis fans, que formen parte íntegra de lo que será mi futuro y sobre todo me da la posibilidad de ofrecerles material exclusivo y experiencias únicas».

Esta plataforma también se encuentra detrás de la edición de En crudo y al natural, un libro de edición limitada (1.000 ejemplares) que pone en manos de la financiación colectiva la historia en imágenes del ambiente que se vive en el backstage durante las giras de Enrique Bunbury.

Otro ejemplo de aplicación del crowfunding  es el empleado por Tens, una startup especializada en monturas y  lentes con filtros (similares a los de Instagram), a través de los que pretende conseguir que sus clientes disfruten de un día «diez veces mejor». La firma ha confiado en la plataforma Indiegogo para conseguir la primera producción de este proyecto, The Real Life Photofilter.

Tens, The Real Life Photofilter

Fuente: Indiegogo.com

En los tres casos, los mecenas reciben el producto y diferentes recompensas ‘extra’, en función de la cuantía de su donación para el proyecto. Al margen del crowdfunding basado en préstamos, donaciones y recompensas, que ya hemos comentado, se encuentran el basado en royalties y en acciones.

Y a vosotros, ¿se os ocurre algún ejemplo más de crowdfunding? ¿Conocéis empresas, profesionales o particulares que estén recurriendo a la financiación colectiva para poder desarrollar sus proyectos? Y más aun, ¿hasta qué punto debe arbitrar el Gobierno en este tipo de iniciativas?

Principales fuentes: Cincodias.com, Arboribus.com, Comunitae.com, Forbes.com, Wikipedia.org, Mymajorcompany.es, Indiegogo.com.